Cognición y Palabra
- Ana Maria Unda R
- 16 dic 2019
- 12 Min. de lectura
EL LENGUAJE DEL PENSAMIENTO EN LAS FRONTERAS DE LA COGNICIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Cómo explicar la relación entre palabra y el pensamiento?. ¿Qué viene primero, la palabra o el pensamiento? La relación entre estas dos categorías ha inquietado a los estudiosos y a los artistas durante siglos, otros autores anticipando el punto de vista de Lev Vigotsky, afirmaron que el pensamiento no sólo se expresa en palabras sino que cobra existencia a través de ellas, manifiesta que:”la palabra muere cuando se pronuncia, dicen algunos.; “yo digo que comienza a vivir ese día”.
De esta manera las palabras y los pensamientos viven los unos a través de los otros. Un camino interesante en el que se puede examinar cómo sucede esto es aquel que trata de una clase especial de palabras que utilizamos cuando hablamos acerca de la mente - palabras para hablar acerca de los procesos de pensamiento que llevan a productos del pensamiento tales como ideas y teorías.
¿Cuál es este lenguaje del pensamiento -cuál es su léxico, para qué sirve, cómo funciona, y qué papel desempeña en el desarrollo humano y en la educación?
Sin embargo para hacer más claridad debemos delimitar el área de la mente, y saber donde ubicarla, porque es allí donde se genera el pensamiento el cual tiene su propio lenguaje, que construye conocimiento, y la relación directa entre cerebro y mente es inevitable, por ende entre mente y cuerpo.
En el ser humano se dan dos tipos de estados mentales; Cognitivos y conativos. Los estados cognitivos como las creencias y los pensamientos se dirigen hacia el mundo, con el objetivo de representarlo verdaderamente. Tratamos de poner nuestros estados cognitivos de acuerdo con los hechos. Esto no sucede con los estados conativos como el deseo, el anhelo y las emociones. Tales estados no representan el mundo. La idea principal de estos deseos es que tratamos de hacer que el mundo se otorgue con tales estados en lugar del contrario. Y esto se produce a través de dos tipos de descripciones muy diferentes extensionales e intensionales.
Wittgenstein en el Tratactus plantea “El pensamiento es la representación lógica de los hechos” “El pensamiento es una proposición exacta” ó sea que “aquello de lo cual no se puede hablar se debe callar”, Por consiguiente para él la teoría de la realidad corresponde a una teoría del lenguaje, nosotros elaboramos representaciones de los hechos.
También me acercare a dilucidar que la conexión entre la metacognición y el lenguaje del pensamiento es directa. El lenguaje del pensamiento ofrece las palabras y conceptos con que el pensamiento se evalúa y se regula a sí mismo. El término metacognición para referirse al los procesos mentales que están involucrados al pensar acerca del propio pensamiento. Altamente reconocido como componente clave del pensamiento de orden superior y de un aprendizaje efectivo, la metacognición requiere un distanciamiento del flujo de pensamiento para entenderlo mejor, valorarlo y guiarlo.
Para terminar este texto se hace necesario manifestar que el propio lenguaje del pensamiento el más socializado son las palabras y oraciones, dejando de un lado ese lenguaje que esta en la estética, en la obra de arte, en la música que tiene su espacio en este mundo holístico y lleno de significados. Por consiguiente, el pensamiento puede decir mucho más que lo que podamos decir con palabras.
TEXTO CENTRAL
Manifestación del Lenguaje en el Pensamiento
El lenguaje de la mente abarca las muchas formas en que describimos los estados y procesos mentales tanto propios como de los otros. Por ejemplo, utilizamos el lenguaje del pensamiento cuando hablamos acerca de procesos de pensamiento involucrados en el desarrollo de una teoría, al examinar un postulado, al tomar una decisión o al crear una obra de arte. Utilizamos el lenguaje del pensamiento cuando caracterizamos los estados mentales de otros al decir cosas como: Julia piensa que todos deberían votar; Juan cree que va a nevar; Martín decidió que no le gustan las papayas; sospecho que no estás diciendo la verdad.
Las lenguas tienen un infinito número de términos sutiles para definir el pensamiento. Por ejemplo consideremos palabras como adivinar, suponer, intuir, asumir, especular. Todas estas palabras expresan una opinión basada en evidencias inconclusas. Otro ejemplo pensemos en palabras como contemplar, reflexionar, meditar. Cada uno de estos términos describe una forma de acercamiento lento y profundo sin embargo cada uno tiene un significado diferente.
Contenido de los Estados Mentales
¿Cómo especificar el contenido de un estado mental? Descartes asumió que el contenido de los estados mentales debía definirse e identificarse por la manera que sentimos, por las cualidades que presentan directamente la introspección. Él expresó esto diciendo que una idea es el objeto inmediato de la percepción. Descartes dice que cada persona conoce el contenido de sus estados mentales porque los experimentamos directamente. Él no ofrece un modelo introspectivo de la consciencia, el cual afirma que el contenido de la conciencia es caracterizado en términos de cómo sentimos directamente.
A la vez que la concepción de Descartes está de acuerdo con la opinión popular, ha tenido serias dificultades. En primer lugar asume que los estados mentales son transparentes para las personas que los están teniendo. Esto parece cierto de algunos estados mentales, pero no de todos. Por ejemplo algunas veces pensamos que estamos enojados, cuando en realidad estamos tristes. Uno puede asustarse sin darse cuenta. Algunas veces queremos algo, y no sabemos que es lo que queremos. Y también hay casos de desorden neurológico.
Además, la teoría introspectiva observa el problema de otras mentes (inteligencia artificial). Podemos saber lo que otra persona esta pensando. Esto es posible. Nuestro comercio cotidiano cuenta con ese conocimiento mutuo de los estados mentales de otros. Pero Descartes considera que es imposible. Además usamos las mismas palabras para referirnos a nuestros propios estados mentales así como para describir los de otras personas. La palabra dolor no puede tener un significado esencialmente privado para mí, para describir lo que otros están sintiendo. En vista a esto los filósofos del siglo veinte empezaron a desarrollar otra concepción acerca del contenido de los estados mentales, una alternativa a Descartes.
Conductismo
La alternativa es pensar causalmente acerca del contenido mental, en conducta o las acciones posibles. En otras palabras, sentir dolor es estar en un estado que normalmente causaría tales o cuales conductas o acciones. Más generalmente, un estado mental es definido por su rol causal: es primariamente un estado disposición al de comportarse en cierta manera bajo ciertas condiciones.
Del Conductismo al Funcionalismo
El conductista afirma que el contenido mental está comportamentalmente basado. A la pregunta ¿Qué es un estado mental? El contestará que es una disposición a actuar de cierto modo dadas ciertas entradas sensoriales. Sentir dolor es estar dispuesto a llorar, a amputar la parte dolorosa del cuerpo dependiendo de cómo y qué tan duro se golpeó (y de donde)1
Sin embargo, esta definición es demasiado simple. La conexión entre las entradas sensoriales y las respuestas comportamentales no dependen de un único estado mental. Por ejemplo, su propio deseo de beber no resulta de la acción de caminar en cierta dirección, porque también requiere de la creencia de que el bar o el café está en esa dirección, que es otro estado mental.
El funcionalismo reconoce la necesidad de tales interconexiones entre los estados mentales. ¿Qué es un estado mental? El funcionalista replicará: una disposición actuar y a tener otros estados mentales, dadas ciertas entradas sensoriales y ciertos estados mentales. El funcionalismo identifica los estados mentales en parte por su rol causal con respecto a otros estados mentales. Esta es la diferencia principal entre el funcionalismo y el conductismo.
En contra de un Lenguaje Privado
¿Es verdadero el funcionalismo? Hemos visto los puntos fuertes de la teoría, pero algunos restos de duda nos importunan, la teoría funcionalista parece dejar por fuera el aspecto más importante de la experiencia, a saber: su subjetividad. Recientemente, algunos filósofos han argüido que la aproximación causal funcionalista omita la subjetividad esencial de la experiencia, y no puede explicar los hechos subjetivos, tales como ¿qué es ser como un murciélago? 2
Esto, afirman, es una razón para rechazar las teorías funcionalistas.
¿En que consiste esta perdida?
Ya hemos visto que el argumento del lenguaje privado desafía el corazón del supuesto cartesiano: que los objetos inmediatos de la percepción son las ideas de la mente. Sin embargo, también desafía la tesis de que podemos identificar el contenido de nuestros estados mentales directamente de cómo los sentimos. Si este desafió tiene éxito, el resultado final es que no hay ninguna perdida.
En efecto, Wittgenstein argumenta contra la posibilidad de un lenguaje esencialmente privado, que nombraría privadamente las distintas sensaciones. Si un tal lenguaje esencialmente privado es imposible entonces la identificación
esencialmente privada de las sensaciones y de los estados mentales es también imposible.3
Normalmente, identificamos las sensaciones por sus causas y efectos públicos (eso es lo que siento cuando como mucho). Estas maneras de identificar las sensaciones presuponen la existencia de un mundo externo y, por tanto, nos prohíbe caer en la posición original de Descartes. La posición de Descartes requiere un lenguaje privado, que otorgue el sentido por referencia directa a la cualidad del sentimiento privado de las sensaciones, sin relación con factores causales externos. Wittgenstein argumenta que un tal lenguaje es imposible, y esto muestra que es imposible identificar las sensaciones de manera directa, contrario a lo que supuso Descartes.
Si el argumento es sólido, entonces no podemos identificar el contenido de nuestros estados mentales directamente en cuanto a la manera en que los sentimos. Esto no implica rechazar la subjetividad, sino sólo una manera de entenderla. Implica rechazar que el contenido de los estados mentales es identificado de manera esencialmente privada. Por el contrario, el contenido de los estados mentales debe pensarse en términos públicos, como insiste el funcionalismo. El contenido de las sensaciones debe concebirse en términos, por ejemplo, los objetos externos que los causan típicamente ( el olor a sal, el sabor de las cerezas y el sonido de la lluvia) o la conducta típica que causa.
Dos tipos diferentes de Descripción
Hay dos maneras fundamentalmente diferentes de pensar acerca de un ser humano y de describirlo (entre otras cosas). Podemos describir una persona de modo extencional, por ejemplo, dando su locación, su altura, o las características de su estado cerebral. También caracterizamos las personas de manera intencional describiendo lo que ellas sienten, y lo que piensan. Debemos preguntar; ¿cual es la relación entre estos dos tipos de descripción? por ejemplo, ¿puede la segunda reducirse a la primera?
¿Qué son descripciones intencionales y extensionales?
En un contexto extencional, dos frases o palabras con la misma referencia pueden sustituirse sin que cambie el valor de verdad de la frase completa por ejemplo hay un numero indefinido de maneras de referirse a Juan Pablo. El puede ser referido como la única persona italiana en la sala, la única persona en Italia que odia los espaguetis, el único ser el que estaba en tal y cual tiempo o como el papa anterior. En la oración Juan Pablo calza siete podemos sustituir Juan Pablo por cualquiera otra de las frases que se refiere únicamente a el sin cambiar el valor de verdad de la sentencia completa. Así la oración Juan Pablo Calza siete es extencional.
En una frase intencional, en cambio oraciones con la misma referencia no pueden sustituirse. Martha cree que Juan Pablo es tonto. Esto no implica que Martha cree que el anterior papa es tonto. Aunque Juan Pablo sea el papa anterior, Martha pue4de ignorarlo, o puede no hace la conexión. Martha cree que… Forma un contexto intencional o no extencional. Los verbos sicológicos que siguen a la cláusula que… son todas típicamente intensionales Martha cree que, Martha piensa que y Martha desea que, no son extensionales. El valor de verdad de las oraciones formadas por tales frases depende como se describe la cosa en cuestión. Martha desea X bajo una descripción pero no desea lo mismo bajo otra.
El lenguaje y la función de comunicar.
Usamos el lenguaje del pensamiento para comunicar información acerca del carácter o la intención de nuestros estados y procesos mentales dentro de todo tipo de contextos cotidianos. Cuando le explicamos a un amigo el proceso de pensamiento que nos llevó a escoger un candidato en lugar de otro, en una elección local, estamos utilizando lenguaje de pensamiento. Lo mismo sucede cuando explicamos cómo llegamos a aceptar o rechazar una creencia particular, cómo hemos desarrollado una idea, cómo tomamos una decisión, o cómo resolvemos un problema.
La mayor parte del tiempo el uso cotidiano del lenguaje del pensamiento es bastante informal. Pero hay también momentos más formales donde sus términos adquieren un aspecto más técnico. Por ejemplo, los informes académicos que registran hallazgos científicos y desarrollan o critican teorías usan un lenguaje de pensamiento muy cuidadoso. En estos contextos, es de vital importancia que el escritor indique exactamente qué líneas de pensamiento son inferenciales, cuáles son especulativas, qué proposiciones deben tomarse como conclusiones, qué cuenta como evidencia etc. Palabras tales como asumir, concluir, sugerir, hipotetizar, inferir, afirmar y demás alertan a los lectores al "juego epistémico" realizado por el autor e indica los estándares con que deben evaluarse las ideas expuestas.
En un dialecto menos técnico pero no menos sugerente, el lenguaje del pensamiento también comunica el pensamiento que hay detrás de la creatividad. Por ejemplo, pintores, escritores, bailarines y otros artistas frecuentemente hablan acerca del pensamiento involucrado en el proceso creativo. Discuten tales cosas como la génesis de una idea, la fuente de inspiración y la lucha para convertir una visión en realidad. Si su léxico no es tan técnico como el del erudito o el del científico, es porque sus productos de pensamiento - dibujos, poemas, novelas, danzas - no van a ser evaluados como productos de la razón. No tendría sentido el rechazar una escultura porque su conclusión no está apoyada por evidencia verificable como tampoco lo tendría el rechazar el informe de un experimente científico porque no sea llamativo estéticamente.
Es decir, es importante reconocer que la inspiración, la intuición y las consideraciones estéticas pueden jugar un papel amplio y legítimo el saber erudito crítico y que la razón crítica con frecuencia juega un papel amplio y legítimo en la producción del arte. El lenguaje del pensamiento informa debidamente estos entretejidos. Por consiguiente, algunas veces se escucha a los científicos discutir las intuiciones y la fuerza estética que dieron surgimiento a una teoría y a los artistas hablar acerca del razonamiento crítico que los condujo a un enfoque artístico en particular.
Metacognición, lenguaje y educación
El lenguaje de la mente no sólo ayuda en la comunicación. Le da forma y regula al pensamiento ofreciendo conceptos que lo guían. Aunque este punto de vista ha recibido una especial atención en las últimas décadas, la noción de que el lenguaje da forma al pensamiento no es algo nuevo. La mayoría de la gente ha oído el dicho " no puedo saber lo que pienso hasta que no oigo lo que digo". Vigotsky enfatizó el contexto social del lenguaje y papel que éste juega en el desarrollo conceptual. Incluso los griegos de la antigüedad hacían énfasis en el papel del lenguaje en el pensamiento. Sócrates en su Theatetus describió el pensamiento como " un discurso que la mente desarrolla consigo misma" y un juicio como " una afirmación pronunciada…. a sí misma en silencio”.
Así como los colores en la paleta de un artista influyen en el cuadro que emerge, las palabras que tenemos a nuestra disposición influyen en la forma en que pensamos acerca del mundo, incluyendo el mundo interior de nuestra propia vida mental. En los últimos años, los psicólogos cognitivos han utilizado el término metacognición para referirse al los procesos mentales que están involucrados al pensar acerca del propio pensamiento. Altamente reconocido como componente clave del pensamiento de orden superior y de un aprendizaje efectivo, la metacognición requiere un distanciamiento del flujo de pensamiento para entenderlo mejor, valorarlo y guiarlo.
La conexión entre la metacognición y el lenguaje del pensamiento es directa. El lenguaje del pensamiento ofrece las palabras y conceptos con que el pensamiento se evalúa y se regula a sí mismo.
En el proceso educativo el uso de preguntas que fomenten la discusión continúa, el profesor esta utilizando el lenguaje del pensamiento con sus estudiantes. Introduciéndonos en términos y conceptos involucrados en la construcción de las teorías los lleva a la cultura de conceptos que ellos podrán utilizar para pensar acerca de su propio pensamiento en lo que Sócrates llamo " el discurso que la mente desarrolla consigo misma".
¿Significa esto que sólo quienes pueden leer y escribir bien pueden pensar metacognitivamente? Absolutamente no. Una vez que estos conceptos basados en la lectoescritura se convierten en algo significativo en el lenguaje, se convierten en disponibles para los intercambios tanto orales como escritos. Lo observamos en los debates críticos que se dan en las aulas y coloquios,
El Lenguaje y su infinitud de posibilidades
Según Wittgenstein: “con el lenguaje hacemos las cosas mas diversas: hay innumerables juegos lingüísticos: que llamamos signos, palabras, o proposiciones, este juego lingüístico está destinado a poner en evidencia el hecho de hablar un lenguaje forma parte de una actividad y forma de vida.
Por consiguiente se rechaza el modelo reduccionista que es propio del atomismo lógico. Los juegos lingüísticos no se introducen con el objetivo de una futura reglamentación del lenguaje, sino como funciones lingüísticas alternativas que a través de semejanzas y diferencias describen y muestran el uso de las palabras en una determinada forma de vida, en un contexto de instituciones y de comportamientos humanos”
El Lenguaje es un conjunto de juegos lingüísticos, el significado de una palabra consiste en su uso. El lenguaje “forma parte de nuestra historia, igual que el caminar, el comer, el beber o el jugar. El lenguaje actúa sobre un trasfondo de necesidades humanas.
Conclusión
Los estados mentales son intencionales tienen contenido, deben pensarse funcionalmente. Esto requiere el rechazo de la concepción cartesiana según la cual el contenido de los estados mentales debe especificarse a través de su tacto introspectivo.
Muchos pensadores están inconformes con este rechazo, porque parece que omite el carácter subjetivo de los estados mentales. Sin embargo esta idea parece ser negada por el argumento el Lenguaje Privado.
Así mismo nos acercamos al enigma del pensamiento y el lenguaje a través del contraste entre descripciones intensionales y extensionales, las caracterizaciones de los estados sicológicos como tales, y de los estados físicos como tales. El embrollo es: ¿cómo que hay frases intencionales verdaderas en un universo caracterizado extensionalmente?
No debemos confundir intencionalidad (con s) e intencionalidad (con c): Son Conceptos distintos. La intencionalidad es un rasgo de los estados mentales, su característica es tener contenido. La intencionalidad, en cambio es un aspecto de algunas oraciones, a saber: que términos con la misma referencia no son intercambiables dentro de la frase completa.
También se hace énfasis en un lenguaje social donde las palabras le dan vida a los pensamientos, como lo postulo Lev Vigotsky y a su manera Wittgenstein cuando manifiesta que es imposible de un lenguaje privado y además para él la teoría de la realidad corresponde a una teoría del lenguaje, nosotros elaboramos representaciones de los hechos.
Así mismo El lenguaje “forma parte de nuestra historia, igual que el caminar, el comer, el beber o el jugar. El lenguaje actúa sobre un trasfondo de necesidades humanas.
Y en este mundo donde habita un hombre holístico se hace necesario que haya un proceso llamado metacognición, que regule los pensamientos, y los enuncie a través de sus propias conjeturas y le de la posibilidad de un aprendizaje que se cuestiona y reflexiona sobre si mismo, Por eso esa relación entre lenguaje y pensamiento es vital para crear un mundo lleno de conocimientos que se requieren difundir y transmitir a otros en la dinámica social.
Ana Maria Unda Rocha

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